Existen algunas preguntas que pueden transformar por completo el rumbo de tu empresa: “¿Es mi impacto positivo directamente proporcional a mi generación de ingresos? Mientras más vendo, ¿más impacto positivo genero?”.
Estas interrogantes pueden ayudarte a reconocer de manera fácil si tu modelo es de impacto. Los modelos de negocio de impacto son las formas en que una empresa crea un beneficio o resultado específico para una de sus partes interesadas. Puede estar basado en un producto o servicio, un proceso, actividad, o en la estructura del negocio.
Para efectos de la Evaluación de Impacto B (herramienta de medición de las B Corps certificadas), los modelos de negocio de impacto son uno de los tres aspectos además del desempeño social y ambiental de una empresa que se someten a prueba, junto con las «Operaciones» y el «Cuestionario de divulgación».
¿Cómo sé si mi negocio tiene un modelo de negocio de impacto reconocido por la Evaluación B?
Es una de las partes más desafiantes de completar la evaluación de impacto B. Por ello, el principal consejo para enfrentar esta tarea es considerar los principios que rigen a los modelos de negocio de impacto.
Un modelo de impacto es:
- Específico: Se centra en beneficiar a un grupo o comunidad específica con un resultado positivo particular, no en general.
- Material: Se enfoca en proporcionar beneficios significativos a su beneficiario.
- Verificable: Es decir, el modelo es documentable y puede chequearse, normalmente a través de los propios materiales de marketing, investigación o medición y datos internos de una empresa.
- Duradero: Por ser parte del diseño de la empresa, un modelo de negocios de impacto debe aspirar a la larga data. O sea, no es un elemento tradicionalmente alterable. Si bien una organización puede realizar la transición de su negocio para agregar o eliminar modelos comerciales de impacto, con frecuencia esto no se debería efectuar en el corto plazo, ya que el modelo de negocio está integrado en la naturaleza de la empresa.
- Extraordinario: Cualquier empresa que tenga un modelo de negocio de impacto es poco común. La mayoría de las empresas no tienen más de dos modelos, y las organizaciones tradicionales no tienen.
Existe una gran diferencia entre poseer prácticas operacionales y tener modelo de negocio de impacto (MNI) en la empresa. Aquí te dejamos un par de ejemplos para poder diferenciarlos con facilidad:
- Reciclar residuos es una practica operacional, mientras que vender servicios de reciclaje es tener un ejemplo de modelo de negocio de impacto.
- Realizar donaciones ocasionales a organizaciones o fundaciones es una práctica operacional, mientras que tener un plan formal y significativo de porcentaje de donaciones inserto en el modelo de negocios es un modelo de negocio de impacto.
- En el ámbito de las contrataciones, contar con una fuerza laboral diversa es una práctica operacional. Sin embargo, tener un programa formal de desarrollo profesional destinado a personas con barreras al empleo es un ejemplo de modelo de negocio de impacto.
Con estas herramientas, te invitamos a reflexionar sobre tu empresa y detectar modelos de impacto.